Cada día más el gobierno se parece mas a un gobierno autoritario y menos a un gobierno peronista
Julio Bárbaro está preocupado por el camino que va tomando el peronismo, trastocando la vieja doctrina del General Perón en un proyecto ultra progresista conducido por Cristina y su banda de delincuentes. Por eso el viejo dirigente peronista está preocupado, y porque además son parte de la grieta.
El kirchnerismo hoy está vinculado a discutir el lenguaje y el uso del todes, en lugar de cómo dice Bárbaro, discutir la lucha de clases. Se paso de los discutir los fundamentos del marxismo a discutir la lucha de género. El kirchnerismo levanta las banderas del lobby internacional y no tiene dirigencia nacional capaz de llevar adelante hacia algún tipo de objetivo nacional.
En cambio, en los países vecinos, los líderes políticos han logrado articular un objetivo nacional hacia donde encaminar sus sociedades, y más allá de los problemas que puedan tener, se ve un futuro claro. Algo que no pasa en Argentina. Lentamente nos encaminamos a un abismo sin fondo y no se ve una luz de salida. Nada, el desierto total.
“Alberto es triste” dice Julio, es un gobierno que no tiene rumbo, doctrina ni dirigentes. Hay un vacío de ideas y se gobierna para el marketing. Y si a eso le sumamos una cantidad increíble de impuestos, desempleo, inflación y hambre que han generado un cóctel tremendo a punto de explotar.
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