Alberto lo hizo sin escalas. Paralizó el país durante un año, y ahora, con las restricciones a las importaciones y a las exportaciones es muy difícil producir. Para quienes producen para el mercado local y necesita insumos importados el tema es más complicado.
El sector automotriz por ejemplo, es uno de los más complicados, dado que al no haber autopartes ni cubiertas ni con que el seguro te cubra todo te alcanza dado que no se consiguen las cosas. De hecho, en el campo tienen que recapar las cubiertas de los tractores porque no se consiguen.
Argenzuela es un país que fracasa constantemente. Entre la inflación, la falta de inversión y producción, sumado a uno gobierno sin rumbo, están creando una de las peores crisis que vivimos como país. Y no es joda, una cosa es tener problemas económicos y otra es la falta de abastecimiento por medidas irracionales del propio gobierno.
La situación es cada vez más caótica, los precios no tienen un anclaje en la realidad sino en el “por las dudas”, dado que no se sabe como se va a continuar mañana. La incertidumbre creada por este gobierno populista es más letal aún que la inflación porque nadie sabe para donde correr y todos ponen los precios a como se les canta para tratar de no perder en un país hostil al trabajo y la producción.
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