El gobierno argentino ha convertido al país en Venezuela sin escalas. Pasaron de pedirle a las empresas que produzcan menos, y a los empleados estatales que no trabajen para no gastar luz. Es decir, nos matan a impuestos para mantener ñoquis y encima no laburan.
Como dice Vidal, no hubo respuestas para una ola de calor que hace semanas que se sabía que iba a suceder. Y lo peor, es que después de dos años de pandemia en dónde todos produjeron menos les piden que no laburen. Es un gobierno de inútiles.
Pero María Eugenia va por más, y dice que más que nunca los trabajadores estatales deberían estar en la calle repartiendo agua a la gente que vive en situación de calle. Pero lo peor de todo es que no hay política energética, y con los subsidios al final terminamos pagando la luz más cara porque la pagamos con inflación y emisión.
Argentina no es un país que carezca de energía, dice Mariú, sino que lo que no hay son reglas claras, mucho populismo para que haya gente que no pague, y subsidios descontrolados. El problema es que no se sabe adónde ir y lo único que se hacen es poner parches.
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