Argentina está tan atrás económicamente, incluso con los países vecinos, y el peso está tan devaluado que ya hay voces que empiezan a pensar que el dólar debería de ser de curso legal y no como es hoy. La gente ya usa los dólares como modelo de referencia y ahorro, con lo cual no sería un problema.
Y la realidad es que están más en hacer leyes de etiquetado que en resolver los problemas reales de la gente. El problema mayor es la inflación que está matando el bolsillo de los ciudadanos, y hay que dejarse de seguir con problemas que el mundo ya solucionó y, si nosotros no podemos, dejar de lado nuestra moneda para poder ordenar el país más allá de la inmediatez.
Es necesario una profunda discusión política de todos los sectores para generar un camino para el país que lo ponga en una senda de crecimiento y no cómo ahora que es de decadencia total. Así el país se sigue hundiendo cada día más y los argentinos prefieren irse antes que quedarse aquí.
Necesitamos un país que entienda que los argentinos son capitalistas, y que hay que armar un país capitalista serio, con proyección de futuro. Pero para eso, hace falta un gran acuerdo político que permita pensar un país para los próximos 20 años, con políticas de estado sólidas.
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