Tato duro con el kirchnerismo que están a pleno tirando guita y bonos para tratar de ganar las elecciones, porque se las ven negras, así que van a sacar la maquinita de imprimir billetes para ver si logran algo. Total, lo pagamos nosotros, y la inflación ya no importa porque no la pueden parar, así que se viene la fiesta de regalo de planes.
La gente está mal, pero en lugar de arreglar el desastre que hicieron con una cuarentena devastadora que dejó pymes quebradas, miles de nuevos desempleados, y una economía en recesión con una inflación galopante, la única solución es seguir regalando plata. No hay plan, y tampoco hay ganas de tenerlo, el kirchnerismo va siempre por la fácil.
Van a ser las elecciones más duras de los últimos años, porque no van a querer perder por nada, y saben que hoy la gente no los apoya, incluso en territorios propios han perdido mucho porcentaje de votos. Por eso tienen que seguir con el relato, y hacer algo para intentar dar vuelta la torta en esos lugares, como por ejemplo, La Matanza.
Mientras tanto, la oposición trata de posicionarse con un discurso que de certidumbre a la sociedad, un horizonte de futuro distinto que gran parte de los argentinos soñamos. Pero la interna es fuerte, y los egos pueden terminar haciéndole un favor a los kukas.
También te puede interesar: