Como si fuera poco lo que ya se reparte de dádiva estatal, se viene ahora la catarata de pesos para regalar a los planeros y tratar de no perder las elecciones, así que es esperable que, además de la emisión, se venga también una lluvia de impuestos. AUH, IFE, planes trabajar, progresar, etc., son todos nombres para repartir guita entre los vagos.
Y ahora quieren también subsidiar las tarifas que, como todo, terminan pagando después quienes están formalizados. Socializan las pérdidas de luz y gas que le dan a los planeros cobrándoselo a los laburantes, que cada día tienen más carga impositiva y tarifaria.
La solidaridad siempre va para abajo, en un país con escasa capacidad para generar empleo e inversión y que siguen siendo una máquina de generar pobreza y hambre. Los laburantes están cada vez más preocupados por que la cuarentena no termine de destruir sus empleos y tener que caer en la dádiva estatal.
Ahora ya hasta aguinaldo tienen los piqueteros, mientras los jubilados, que laburaron toda su vida, cobran dos mangos. La injusticia social en Argentina es tremenda, se banca a quienes no producen, y a quienes laburaron se les suelta la mano, total no valen ni un voto. Es un país inviable si no cambia el norte. Si seguimos teniendo a más de la mitad de la población mantenida por el estado no hay futuro posible.
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