Los kukas avasallan los derechos a la libertad y la intimidad
La cuarentena ya ha excedido el límite del cuidado de la salud de las personas, y está deviniendo en una forma flagrante de recortes de libertades y derechos. Resulta que el gobierno de Alberso elaboró un DNU que prohíbe las reuniones familiares en domicilio, y además interviene en el comportamiento individual dentro del hogar.
La norma dictada por el ejecutivo, en su artículo 5to. Establece reglas de conducta que los ciudadanos deben observar dentro de su casa, llegando a describir que los ciudadanos deben tener, dentro del hogar, tapaboca, distancia social de 2 metros e higienizarse las manos asiduamente…
No sólo llama la atención el uso del imperativo en el DNU, sino que el problema es que le Albertítere y su banda no pueden legislar sobre recortes de libertades, para eso está el congreso, y bajo ciertas condiciones. Si alguien creía que Venezuela no estaba cerca, las decisiones del gobierno les tiran los argumentos por el suelo.
En una nota de infobae del día de hoy se consultó a varios constitucionalistas prestigiosos acerca de los impactos de este DNU, quienes han alertado sobre la gravedad de la situación, y el cariz autoritario que está tomando el asunto.
Por ejemplo, Félix Lonigro afirmó que “el decreto en la parte en que se prohíben las reuniones sociales en los domicilios es escandaloso desde el punto de vista jurídico. Es grotesco, es arbitrario ”, y agregó que el gobierno “ha sobrepasado un límite que hace mucho tiempo no se sobrepasaba”.
Daniel Sabsay, otro abogado constitucionalista muy respetado, cuestionó la norma porque aduce que no se puede legislar en materia penal con decretos de necesidad y urgencia (alguno que generalmente hacía la dictadura militar), y pone como ejemplo el hecho de que las reuniones sociales y familiares son asimiladas como delitos contra la salud, cuando en los hechos no se da una relación causal, y el gobierno no debería intervenir de ningún modo en materia penal, dado que la constitución lo prohíbe.
Armesto, otro constitucionalista, opinó que “hay un avasallamiento de la autonomía de la voluntad de las personas”. Cada día va quedando más claro el sesgo autoritario de la nueva versión del kirchnerismo. La ciudadanía, que al principio aceptó estos recortes en función de la pandemia, hoy está empezando a resistirse, y como contrapartida, lo que aparece es un ataque organizado desde la Gestapo oficial, que decide que mote poner para deslegitimar cualquier pedido de respeto de los derechos y garantías individuales que nos da la constitución.
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