
Atrás quedó la épica del gobierno que cuida el bolsillo de la gente y en dónde los sueldos le ganan a la inflación. Por el contrario, el kirchnerismo recargado viene con aumentos, más inflación y gasto público. Por eso, como dice Plager, los aumentos como los de la nafta no van a ser los últimos del año, sino que ya el mes que viene hay uno más y no se sabe como lo van a escalonar.
Con una inflación creciente, el aumento de los combustibles impacta en todos los precios de la economía porque encarece la distribución. Lo que le vino bien al gobierno es que ahora le van a echar la culpa a Rusia y Ucrania por los precios, pero no dicen nada del componente impositivo de la nafta que ronda el 45%.

Cómo dice Majul, en otros países se usa ese colchón impositivo para controlar la suba de precios y que no sea tan demoledora para el bolsillo de los consumidores. Pero como acá el populismo necesita regalar guita, directamente transfiere todo el costo a los consumidores que cada vez tienen más flaco el bolsillo.
En lugar de ajustarse ellos, la política es que el ajuste lo paguen quienes trabajan para que ellos puedan seguir aumentando la cantidad de parásitos estatales y los vagos que cobran cheques del erario público para no laburar. Es realmente indignante como siempre buscan culpables para sus malas decisiones de gobierno.
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