Eduardo hablo con L-Gante, el trapero preferido de Cristina, y que usa como ejemplo de sus políticas públicas del régimen kirchnerista de regalar computadoras, planes y todo lo que les gusta propalar a los kukas. Si bien el pibe logró salir adelante con la música, es muy raro que lo único que tengan para mostrar como mérito es un pibe que ni el secundario terminó.
No es que sea malo que a un pibe le vaya mal, sino que no puedan expresas ejemplo de mérito cuyo ejemplo sea el trabajo o el esfuerzo. Pero L-Gante dice que la historia que contó la vicepresidente no fue tan así sino que la consiguió cambiándolo por algo que el tenía. Pero dijo que igual le dieron cosas y que está agradecido.
La charla fue interesante porque el pibe fue sincero con Eduardo y le dijo que se drogaba y que ahora sólo fuma marihuana, pero tuvo una charla re piola con el periodista a pesar de que Eduardo lo crítico bastante y el pibe se lo tomó a broma. La verdad es que estuvo muy bien el chico, a pesar de que Eduardo le dió con un caño, pero fue una buena charla porque L-Gante no tuvo ningún prejuicio en hablar con Feinmann.
Es interesante ver como un pibe, que a pesar de que lo criticaron y le dijeron que no hable con Feinmann, dejó los prejuicios de lado y pudieron tener una charla amena. En ese lado un ejemplo que deberían imitar muchos políticos.
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