Cachanosky advierte sobre el peligro del control k de los medios
Chachanossky salió duró contra el gobierno por el tema de las telecomunicaciones. Entre sus argumentos, que tienen su fundamento en la teoría económica en general, está de que hay servicios, como el agua y las cloacas, que son públicos (más allá de que puedan tener una prestación u administración privada) porque la línea de agua o cloacas es una sola, y una persona no puede optar por un proveedor u otro.
En cambio, en servicios como internet, telefonía celular o tv paga, los prestadores son varios, e incluso compiten sus plataformas entre si tanto en precio como en servicios, por lo cual, si uno puede elegir, y desea pagar por uno de mayor calidad deja ya de ser público, porque puede ser vendible. Esto no quiere decir que no haya regulaciones, sino que las regulaciones o pueden quedar bajo el estado en el marco de los contenidos o de los precios, uno puede regular las formas de prestación, la relación con los consumidores para cuidar sus derechos, y un montón de otras cosas, pero no exactamente en la relación comercial entre empresa y cliente.
Por eso para Chachanosky hay un fin último detrás de esto, y es el control de los medios de comunicación. Un totalitarismo comunista del tercer mundo, que empieza a asomar la cabeza. Tal como sucedió hace unos años en Venezuela con el chavismo, lo que se ve a la distancia es la censura, el control de la palabra y una caída del estado de derecho.
La defensa de lo privado, en estos casos, no tiene que ver con defender la ganancia de las empresas, sino la libertad comercial y de expresión. En Venezuela muchos medios se tuvieron que ir porque no los dejaban trabajar si no eran afines a la dictadura del siglo XXI del chavismo.
Acá no se piensa ni en la población ni en el bien común, sino que es un pasito más en el acercamiento de este régimen fascista al control total de los medios de comunicación.
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