Alberso pone cada vez peores excusas, y Novaresio dice estar azorado con el comportamiento del presidente, que quiere sacarse de encima la causa penal diciendo que no cometió ningún delito. Sin embargo, a gente de a pie, por mucho menos, les armaron causas penales.
La igualdad ante la ley parece no regir más en el país, y lo que rige es la tiranía kirchnerista, y una justicia que termina siendo genuflexa al poder de turno. La república está en peligro por cosas como estas, que parecen pequeñas en relación a otros problemas, pero que es un núcleo ético y moral para el primer magistrado de un país que pretende que una sociedad acate las leyes.
Todos hubiésemos esperado que se sometiera a la justicia como cualquier ciudadano, pero no, eligen el camino de la impunidad que les da el poder en este momento. Alberso es un kirchnerista más, tiene los mismos vicios, aunque sea más moderado, tibio y “dialoguista”, pero a los fines prácticos, avala la impunidad.
Por eso no es de extrañar que se someta a la jefa, a la cual también debe considerar que no cometió ningún delito, y que entonces tienen que sacarle las causas. Las verdaderas intenciones del presidente se van conociendo, así como sus más íntimos pensamiento respecto a las cosas, sino, habría actuado de otra forma, como corresponde a un hombre de bien.
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