El economicido de la cuarentena
Latam deja de operar en el país. No sólo se acumularon las pérdidas que rondan los 250 millones de dólares, sino que para colmo con la pandemia y la “cuareterna” no tiene margen para seguir operando en el país.
En este marco, las aerolíneas van reconfigurando sus estrategias en función de dónde les permita ganar dinero y sobrevivir. Claramente Argentina no es un país donde eso es posible. Nuestro país tiene una empresa de bandera, pero además es el que regula, es decir, esta de los dos lados del mostrador y eso no ayuda a la actividad productiva o comercial privada.
El mismo riesgo puede producirse con Vicentín, que es el temor de la mayoría de las empresas, donde el estado organice las regulaciones no en función de las necesidades de expansión comercial de las empresas privadas, sino en función de las empresas estatales, produciendo el quiebre de la actividad privada, o que sencillamente se vayan del país y abran sucursales en país que le generen mayor rentabilidad.
Por otro lado, en argentina se suma la inflexibilidad de los gremios que ponen más palos en la rueda que ayuda. Los sindicatos sólo miran su bolsillo, pero no son conscientes de estos problemas, que a la larga dejan mucha gente en la calle. Ya hemos visto como han parado vuelos durante días, y ahora en la pandemia son intransigentes a la hora de discutir los salarios, y encima, las empresas están sin ayuda estatal.
La moraleja, es que las empresas privadas se empiezan a ir retirando tanto por la inoperancia estatal como por el parasitismo gremial que ha existido siempre en la Argentina. ¡viva el peronismo!.