Luego del preacuerdo con el Fondo Monetario Internacional y la necesidad de ajuste que le pide el organismo internacional, ahora el kirchnerismo va contra la Ciudad de Buenos Aires y le quita los subsidios para que el costó lo asuma Larreta.
Eso sí, los subsidios de la provincia no se tocan, no sólo porque gobierna el marxista kicillof, sino porque temen que los piqueteros se le vengan encima porque tienen que garpar más para venir a chorear a la “opulenta” CABA. El embate contra la oposición es ya vergonzoso y la equidad para quitar los subsidios está a la vista.
El estado hoy paga gran parte de los subsidios de lo que consume la gente, sobre todo los que no garpan nada, que además son mantenidos por los contribuyentes. El problema de fondo, es que nos trasladan el costo del boleto de colectivo a los trabajadores, pero ellos no bajan el gasto político.
Lo inmoral es justamente eso, que mientras el gasto estatal sigue por las nubes, el sacrificio se le pide al bolsillo de los miles de trabajadores que viven en la ciudad de buenos aires por el sólo hecho de no querer votar a un gobierno de corruptos.
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