Luis Juez reparte para todos lados, y dice que ellos son los responsables de que hoy los kukas estén gobernando. Han vuelto peor que antes, y usan el barro para salir de los quilombos que hacen. Y lo que más molesta a Juez es que mientras todos estábamos encerrados ellos se la pasaban de joda.
El fanatismo de los k, llega hasta a defender lo indefendible, y no son capaces de criticar los desastres que hacen. Después es fácil decir que la gente es de derecha porque no los vota. En lugar de hacer críticas para que sus dirigentes dejen de robar, se la pasan aplaudiendo como focas locas.
Por eso el problema de la Argentina no es sólo económico. Es también social, ético, y profundamente moral. Y la oposición no logra capturar ese descontento, quizás con excepción de los liberales que vienen creciendo mucho en la intención de voto, ante una oposición que se pelea como vedettes en medio del incendio.
Mucha gente se quiere del país, y el puede lo hace, pero no porque no quieran al país, sino porque como dice Juez, “a los políticos les ha faltado inteligencia”. Hemos dejado que los kirchneristas nos arrastren al barro de la política y con eso ensucian todo, y queda todo manoseado como dice el tango.
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