En cada conferencia de prensa del Gobierno Nacional junto al Jefe de Gobierno de la Ciudad Buenos Aires se difunden una serie de datos en formato de filminas –tan apreciadas por el Presidente, a pesar de los errores constantes- que esconden una importante cantidad de información.
Hoy volvimos a ver otro show donde varias veces enfatizaron como “a todo el mundo le va mal” contra el virus. Quieren igualar nuestra experiencia con otras para justificar el destrozo económico que hicieron.
Es fácil comparar cómo le va a la Argentina, un país donde la mayoría de las provincias del interior de entrada estableció sus propios protocolos de seguridad, con Estados Unidos o Brasil, países que, con sus disputas internas, y su población masiva interconectada cotidianamente por cientos de miles de viajantes, tuvieron grandes tasas de contagio.
Otra de las comparaciones favoritas de Alberto y Larreta nos muestra a la Argentina al lado de Italia, Francia, Alemania, pero olvida casualmente mencionar que se trata de los picos originales en esos países, que ya hace rato han bajado sus casos al punto que hoy ni siquiera tienen cuarentena y todos sus espacios públicos están abiertos y la economía, otra vez, en funcionamiento.
El único índice comparativo real que puede establecer la Ciudad de Buenos Aires es con otras capitales o ciudades con similar densidad de población, muchas de estas que fueron fuertemente golpeadas por el virus en un primer momento. Sin embargo, si vemos la cantidad de contagios por millón de habitantes, nos llevamos una sorpresa que el Gobierno, hábilmente, ha sabido esconder:
Roma, capital del país más golpeado en un comienzo por el COVID, tiene 1.421 casos por millón de habitantes. La Ciudad de Buenos Aires, con todo el tiempo que tuvo para prepararse, y con todas las medidas híper restrictivas que se tomaron en nombre de la salud, en cambio ya llega a los 13.040 casos por millón de habitantes.
Berlín, otro epicentro de la Europa más golpeada, 2.370 casos por millón de habitantes. En Viena y Varsovia encontramos lo mismo. Igualmente inquietante: Quito y Bogotá tienen menos de la mitad de casos por millón de habitantes que la Ciudad de Buenos Aires, y eso sin comparar con casos que nos dejan directamente en ridículo, como Seúl (Corea del Sur), Tokio, Sydney y la provincia de Ontario en Canadá (que nuclea dos de las ciudades más pobladas, Toronto y Ottawa –que suman entre sí más de 7 millones de habitantes).
¿Y las muertes? ¿Estamos salvando tantas vidas como nos dicen? Veamos:
Como bien se puede ver, sólo Quito, por el momento, tiene más muertos por millón de habitantes que la Ciudad de Buenos Aires. Ni la azotada Roma, ni Berlín, por no hablar ya de Montevideo, Seúl o Sydney que dejan directamente en ridículo esta mentira de “sacrificar la economía para salvar vidas”.
¿Cómo logró Uruguay, no sólo mantener una tasa ínfima, si no ser ya un país al que el mundo le abre las puertas para viajar nuevamete? Montevideo tiene 1.3 millones de habitantes, y sin embargo tuvo menos del 10% de las muertes. Con menos recursos que nosotros, simplemente manejando las fronteras de manera ordenada, con una cuarentena sensata y no híper restrictiva, que permitió al país seguir moviendo su economía.
Por eso ni Alberto ni Larreta te van a mostrar estas otras filminas. Te van a seguir hablando de Estados Unidos y Brasil, de lo mal que la pasó Italia hace 3 meses. Van a sacar de la galera los números que sirvan para disfrazar el gran fracaso que ha sido la campaña que llevaron a cabo en la Capital.
Con ese versito, a otro lado, los números no mienten.