La dirigencia política nos lleva a ser una sociedad más bruta. Laje entrevistó a un docente de una escuela rural de Entre Rios y cuenta lo que se pierden los pibes por no ir a la escuela en 2020 por la pandemia.
Para los chicos de estos pueblos, la escuela representa una realidad distinta porque es el único lugar de encuentro que tienen porque no tienen un club, una plaza ni una cancha de fútbol donde pasar tiempo juntos.
Además desde Nación les mandaron unos cuadernillos que les resultaron de poco uso, porque no se adaptan a la realidad de allá. Ese allá que también es acá cuando se habla de un todo de un país.
Esos cuadernillos tienen links para seguir las actividades, pero en esos pueblos la conexión de internet está en las escuelas, los chicos no lo pueden usar desde sus casas. Una realidad que nuestro ministro Trotta ignora o miró para otro costado.
Si bien en los pueblos no hubo casi casos, el miedo lo tenían los docentes de contagiar a los chicos porque algunos viven a 40 Km del colegio. Cuestión que no hubo protocolo ni se les cayó una idea para organizarlo ya que clases virtuales no tuvieron.
A la fecha tienen un protocolo escrito pero no se sabe a la fecha si se comienzan con todos los chicos, el transporte, etc. Tampoco tienen insumos como alcohol o termómetro. Pero si hay helicóptero pasea perros.
Estos chicos seguramente hubieran podido tener clases presenciales, pero Trotta estuvo más entretenido en escuchar a los sindicatos.
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