Las empresas estatales son ineficientes
Javier Milei está imparable, y tiene razón. La expropiación de Vicentín no es ni más ni menos que una nueva bolsa de trabajo para los militantes de la kampora que vamos a pagar todos los argentinos que trabajamos.
Los planeros ni se dan por aludidos, total no garpan nada, que importa que el estado se quede con la “empresa de un oligarca”, si total ellos cobran el plan. Como dice Milei, esto se parece cada vez más a Venezuela, aunque nos parecemos más al Congo, nos maneja una tribu de alienados que nunca trabajaron. Es más, su referente político es famoso por jugar a la playstation más que por levantarse temprano a trabajar.
Lo paradójico, es que si siguen por este camino se van a quedar sin militantes, ninguno va a querer ir a trabajar. Piensenlo en serio, no vaya a ser cosa que se queden sin gente.
Milei es claro, el estado en general es ineficiente, y esta empresa privada, más allá de las razones que la llevaron a esta situación, podría haber resuelto sus conflictos en el marco de la ley. Por eso, esta confiscación huele más a negocio, aunque para defenderlo usan todo tipo de basura ideológica.
Eso sí, los que sí o sí la cuentan la vamos a pagar nosotros, hagan las cosas bien o no.