No quieren ser planeros

Feinmann está imparable. Le pega dura al kirchenerismo por la falta de plan. Están atados políticamente a la cuarentena, cuando la gente está harta, no sólo de estar encerrados sino por la falta de trabajo, o por la necesidad de trabajar para mantenerse.
Porque no todos quieren ser planeros en la vida. Por suerte hay mucha gente de bien que todavía cree que el progreso es un camino para hacer su vida. Pero los políticos saben que la gente no da más, aunque pareciera no importarles demasiado. La realidad, es que, aunque lancen una ayuda va a ser un salvavidas de plomo, porque la emisión monetaria va a traer consecuencias más graves que la pandemia.

Esta vez al menos el presidente se digno a no retarnos ni tratarnos como niños, sino que intentó mostrarse más realista, aunque de la palabra al hecho hay un largo camino. Veremos si pueden conciliar las expectativas de la gente con las necesidades de los políticos, porque al final siempre priman las necesidades de ellos por sobre las nuestras.