Juan Schiaretti mantiene su proyecto de formar una alternativa política antigrieta para competir en las elecciones presidenciales del año que viene. Ese sueño frustrado que acarrea desde 2019, cuando contaba con Sergio Massa y Roberto Lavagna dentro de Alternativa Federal. En busca de reeditar ese espacio, el gobernador de Córdoba quiere seducir al radical que, además de coincidir con sus objetivos, muestra proyección en las encuestas: Facundo Manes. Según pudo saber Infobae, ambos mantienen un diálogo directo, cercano y planean reunirse en el mes de agosto. Los dos coinciden en la necesidad de superar la dicotomía Cristina Kirchner-Mauricio Macri y en crear una “nueva mayoría” que incluya otros espacios. En ese armado aparecen figuras como Emilio Monzó, quien podría pelear una candidatura bonaerense.
En las últimas semanas, el neurólogo emprendió una recorrida por el país, en provincias como La Rioja, Catamarca, Jujuy, Salta, Formosa, Chaco y localidades bonaerenses. La recepción que tuvo de los vecinos en las plazas, en las que encabezó sus actos, ilusionó a los radicales que buscan independizarse del PRO y de los que hablan del “fortalecimiento” de la UCR dentro de Juntos por el Cambio. Pero también hizo que Schiaretti empezara a ver con buenos ojos la posibilidad de sumar a Manes en su proyecto antigrieta para el 2023.
De hecho, en la última visita de Manes a Córdoba, cuando encabezó el Encuentro Reformista, el gobernador le hizo llegar una invitación para reunirse en su despacho, pero finalmente no se concretó.
En el entorno de Manes reconocen que ambos comparten el deseo de “construir una nueva mayoría”, un “espacio multipartidario” que sirva para cambiar la lógica Cristina-Macri. De hecho, consideran a Schiaretti como un “personaje clave” para el armado electoral del año que viene y aseguran que ambos mantienen un diálogo fluido y sin intermediarios. “Hay respecto mutuo y coincidencias sobre lo que hay que hacer en la Argentina que viene”, reconoce el neurólogo con sus allegados. Incluso, se espera que en el mes de agosto mantengan un encuentro en Córdoba. Una foto que alimentará la posibilidad de una fórmula presidencial.
Dentro de este armado antigrieta, Monzó comenzó a tantear el terreno para una posible candidatura en la provincia de Buenos Aires, un territorio donde la UCR carece de figuras fuertes. La estrategia que traza allí Maximiliano Abad -y que pregona en todas las conversaciones con sus correligionarios- es apostar al postulante presidencial y a las intendencias. Para la gobernación, al menos por ahora, analizan una PASO donde podrían competir el propio titular del partido centenario en la Provincia, jefes comunales, Gustavo Posse, el ex presidente de la Cámara de Diputados y no descartan algún “outsider”.
El caso Córdoba
La última vez que Gerardo Morales deslizó la posibilidad de sumar al “peronismo más racional” durante un acto en Córdoba, hubo un fuerte rechazo entre los referentes locales. Es que los radicales cordobeses se encuentran en una encrucijada: apoyar a Luis Juez o a Martín Llaryora. El primero se presenta como la alternativa de Juntos por el Cambio y el segundo como la continuidad de Schiaretti. Ninguno es un radical puro.
En el peronismo cordobés analizan -a su favor- que hay una “subestimación de los intendentes” radicales. “Hoy la UCR sólo les ofrece a los intendentes ir atrás de Juez el año que viene y ellos no quieren saber nada”, expresaron a Infobae desde el espacio oficialista de esa provincia. Incluso, insisten en que Llaryora creció en las encuestas y eso asusta a algunos jefes comunales que no se sienten representados por Rodrigo de Loredo, el referente de Evolución.
De Loredo viene de sufrir un fuerte cruce con los intendentes del interior. Durante una entrevista que brindó a un medio local, el referente de Evolución denunció que el gobierno cordobés “extorsiona” a los jefes comunales de la UCR. “No nos subestime”, le respondieron en un comunicado firmado por Myrian Prunotto, Carlos Briner; y Luis Azar, entre otros, y agregaron: “Las luces del puerto, a veces encandilan”.
“No siguen la agenda de los intendentes. Ellos no están contentos con Juez y De Loredo no ejerce el liderazgo del partido en la provincia”, analizaron desde el oficialismo cordobés en diálogo con este medio. Es más, observan que la estrategia de Juez de criticar al Gobierno en medios nacionales, responde a un “esquema electoral pero no territorial” y se esperanzan con la idea de contar con el apoyo de esos radicales, no contenidos por su espacio, para competir el año que viene.