Lazzari cuenta la historia de David, el cartonero que retira el cartón en la empresa que le pertenece al economista. El vive en Ciudad Oculta y es padre de cinco hijos. Todos los días con su carro sale a juntar cartones como muchos otros, ellos son los encargados de recoger el 25% de la basura de Buenos Aires.
David todos los días compite con otros cartoneros en busca de material, incluso compite con el gremio de Moyano. Con eso mantiene a su familia, trabaja y no deja de ser un tipo pobre, por más que el sistema impositivo lo coloque a dos semanas de comenzar a pagar el impuesto a las ganancias.
Cuando buscamos las razones porque David es pobre pese a que tenga su fuente de ingreso, nos encontramos con que el 50% de lo que produce no estando inscripto en ningún registro lo paga en impuestos. Somos incipientes y necesitamos protección arancelaria, necesitamos que los precios locales seas mas altos que los internacionales para que con alguna prohibición logremos diferenciarlos precios locales y los empresarios argentinos puedan crecer.
Nosotros tenemos pereza en competir, no podemos competir con las grandes potencias, aunque no es la peor pereza, la peor es que el arancel y la protección nos impide combatir lo que nos deja fuera de competencia y nos hace ineficientes , que son las cargas impositivas y la legislación laboral que el Estado peroncho impone.