Granata indignada sale a contar como quisieron hacer pasar los cambios a nuestro himno nacional haciéndolo “inclusivo” y trasladando esa pavada ideológico a nuestros hijos para que lo canten en las escuelas. Pareciera que hoy tienen más derechos las minorías que las grandes mayorías de nuestro país.
El kirchnerismo progresista ha vuelto para destruir nuestra cultura y nuestras tradiciones. No les importa nada, porque mientras ellos puedan afanar poco les importa que se destrocen todos nuestros valores, y todo lo que nos ha constituido como nación, como país y como argentinos.
Por eso juegan con el doble discurso de la patria, pero por abajo permiten que ideologías foráneas se cuelen en lo más hondo de nuestras raíces para transformarlas en pos de minorías a las que hay rendirles pleitesías públicas sino somos oligarcas, fachos, etc.
Por eso un gran aplauso para Granata que pudo ponerle un freno a este tipo de avances sobre nuestras creencias nacionales y nuestros símbolos patrios, que es con lo que hemos crecido y lo que representa también a nuestras generaciones pasadas. ¡Bravo por Amalia!
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