Se viene la militancia pro vacuna y además el clientelismo, típico peroncho para hacer una utilización política de la esperanza en jeringa. Les hicieron un guiño a los movimientos sociales como a algunas agrupaciones políticas para que la promuevan en los barrios populares para que no haya desconfianza.
La gran pregunta es si lo hacen para que la gente se anote en la lista de espera o para lograr algún tipo de favoritismo o prioridad para vacunarse como lo venimos viendo con concejales, un cura que se vacunó, médicos que denuncian que vacunan a los amigos.
Se trata del inicio de un debate político que va a estar seguramente lleno de chicanas. Se fomenta que la Cámpora, Barrios de Pie, el Movimiento Evita, la corriente Clasista y Combativa promocionen la vacuna.
Otro tópico de discusión es si todos estos participantes del movimiento pro vacuna va a ser pago, se supone que muchos son personas que ya reciben planes, pero habrá que ver si reciben un plus por ser promotores.
Todo eso obviamente pasaría por una cadena de pagos como esperamos en Peronia, que por mover un dedo haya una cadena de favores, plata, privilegios por recibir.
La vacuna es un bien público, por lo que es un acto sanitario, no político que debe ser promovido por personal sanitario. Y si hay que militar para que la gente se vacuna deja mucho que pensar y más que nada que dudar.
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