El kirchnerismo cree que generar empleo es dar trabajo en el ámbito público, es decir, en un ámbito que no produce nada, salvo gastos, porque los servicios que presta suelen ser bastante malos. Sobre todo en la provincia de Buenos Aires, en dónde aumentaron la planta estatal con 25.000 ñoquis más.
En el gobierno festejan que los contribuyentes van a tener que desembolsar más para mantener a la vagancia estatal que no para de aumentar, mientras los bolsillos de la gente están cada vez más flacos. Y en el medio, el acuerdo con el fondo está cada vez más lejos, porque Argentina desafía a los yankees, que son quienes tienen poder sobre el fondo.
Así que lo que queda por saber es si 2022 va a ser un año turbulento o muy turbulento, y a como hacen todo los kirchneristas, es probable que tengamos un año super turbulento. Y eso es porque el país no quieren que le auditen las cuentas, ya que las provincias y los municipios están llenos de ñoquis.
El déficit fiscal es demasiado grande, y nadie parece querer tocar ninguna variable para bajarlo, por eso el desequilibrio que tiene el país es tan grande y difícil de manejar. Y con esto, viene la inflación, ya que la no tener crédito externo, todo se resuelve con la maquinita. 2022 va a ser un año difícil, y las certidumbres nulas.
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