La burrada impositiva del Gobierno es la de hacer todo al revés, porque aumentan los impuestos a ganancias y se los bajan a los empresarios, como para que los empresarios decidan repartir las ganancias en vez de reinvertirlos.
En definitiva castigan a la empresa que reinvierte esa ganancia en un país en el que casi no hay créditos. Lo mismo para el monotributo que aplica un aumento retroactivo al primero de enero, castigando incluso al que cumplió todos los meses.
Otro horror impositivo es que achican los márgenes de los monotributistas para que ásen a ser autónomos cuando hay muchos de ellos que por las restricciones ni siquiera pueden laburar.
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