Pasamos de la Argetina de mi hijo el doctor a mi hijo el planero, se cambiaron las aspiraciones, ya no importa el mérito, quedarse en la casa y recibir un plan es lo que le sirve al puntero político y al gobierno.
El pobre persigue el plan de la zanahoria y son rehens de la política, los usan para negociar, hay un chantaje claro, o les bajan la guita o le sacan al gobierno la gente a la calle a hacer cortes.
Entregan planes para que el país no se prenda fuego, lo primero que hicieron fue cerrar las escuelas y ahora que se vienen las elecciones es lo primero que deciden abrir, la educación no fue escencial para este gobierno.
Son 9 millones de argentinos que laburan y pagan sus impuestos para poder sostener a los planeros, personas a las que nadie tiene en cuenta, todo el resto son los políticos o los que los rodean a ellos y están en la rosca.
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