Casi el 70% de las provincias le dijo no al gobierno, a pesar de que sigan gritando que no perdieron, o la manden a la Golosa Paz a hacer dialéctica barata que ni los propios se creen. Ganar perdiendo es decir nada, salvo intentar justificar una derrota tremenda del peronismo.
Y no sólo en las PASO, sino también en las generales, en donde, por más guita que pusieron, no les alcanzó para mucho más que levantar unos puntitos, intimidando a la gente, obligándola a votarlos con el estómago. Son realmente impresentables.
Ya se conocen como marcaban los votos con números para saber quienes habían ido a votar y quiénes no, para obligarles a votarlos o sino le sacaban los recursos del estado. Es decir, utilizan lo que nosotros pagamos de impuestos para usarlo contra nosotros con el clientelismo político.
El plan “platita” surge porque el kirchnerismo se ha ideologizado tanto que se la pasaron vendiendo palabras, pero los pobres, que son sus votantes, no se alimentan de palabras, y necesitaron poner guita pública para lograr levantar un poquito los números.
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