Feinmann entabla una conversación con Emilio Alonso, ex titular de la Defensoría del Publico y Servicios de Comunicación Audiovisual.
El tema eje de la conversación es el NODIO y el entrevistado expresa su preocupación sobre las declaraciones del Senador Parrilli. En principio, expresa, que las plataformas digitales están fuera del alcance de la Ley de comunicación, por ende, ya para empezar me parece que NODIO es ilegal.
Por otro lado, señala, después de escuchar a Parrilli me sigo preguntando cual es la agenda pública del gobierno, estamos ante una crisis económica, social y sanitaria.
También puede interesarte:
El gobierno junto con Lewin están tratando de crear el NODIO, que es un observatorio que puede ser utilizado para señalar a medios o periodistas por las opiniones que dan y que pueden terminar o en una censura o en una autocensura.
Yo estoy convencido, expresa Alonso, que monitorear el conocimiento, las ideas, las opiniones y las expresiones obviamente no favorecen la libertad de expresión sino todo lo contrario. Que el Estado le diga al ciudadano que es lo que tiene que leer, que ver o que escuchar y como interpretarlo, sin lugar a dudas es violar la libertad de expresión.
Lo que se cuestiona es quien tiene autoridad moral para señalar si una noticia es maliciosa o no, y que entran en juego ciertas subjetividades oficialistas. Alonso agrega que quiere invitar a los ciudadanos a reflexionar sobre esta situación y a cuestionarse cuál es el concepto de información veraz y quien va a definir la veracidad de la información.
¿Quién tiene la verdad para determinar lo que se puede decir o no? Si hay algún ente que puede hacerlo no es el Estado, menos aun sobre la órbita del Poder Legislativo que es de quien depende la Defensoría del Publico, entonces si hay una malversación de expresiones el ámbito debe definirse en la justicia.