Se empezó a mover el dólar y De Pablo enciende todas las alarmas por el desastre económico que viene haciendo el gobierno desde hace un año, y eso que el comercio internacional le es favorable, pero cómo única respuesta que tienen es imprimir para bancar a la vagancia y seguir asustando a la gente con una gripe.
No hay medidas coherentes, ni viables, y prefieren cerrar todo, imprimir y repartir papeles a los que les llaman peso, para que los vagos se sigan quedando en casa mientras la economía se derrumba en todos los índices y en todos los sectores. El ministro de economía no decide nada, y la que decide es la kris desde el Instituto Patria.
Alberso es un gerente de lo que deciden el enano marxista y maléfica, y no les importa nada destruir la economía, porque como buenos marxistas, todo lo que deje el mercado lo tomará el estado para seguir agrandándolo y empobreciendo a la gente.
Por desgracia la maquinita de imprimir no se término, y el dólar es cuestión de tiempo para que se dispare, lo mismo que la inflación, que ya hoy tiene niveles insostenibles para la mayoría de los compatriotas que con suerte tienen acceso a comprar un paquete de polenta. Es un desastre por dónde se lo mire, y no pareciera tener fin ni horizonte de recuperación.
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