El títere defiende las decisiones de la reina a capa y espada
La interna en el kirchnerismo se desató con todo, el nuevo capítulo es entre Alberso y Felipe Solá, el canciller argentino, al cual la reina kretina le bajó el pulgar, porque a ella no le gustó su postura sobre Joe Biden. Cristina apuesta a que “sleepy” Joe, los neo marxistas que manejan el gobierno yankee, la ayuden con la negociación con el fondo.
El Instituto Patria viene avanzando con todo sobre las áreas estratégicas en las que hoy hay funcionarios albertistas y pretenden poner a funcionarios de su propio riñón, es decir, ultra cristinistas. Por eso el malestar en la Rosada, por un lado por la postura argentina, y por otro, por el avance del kirchnerismo en un gobierno que se presenta como un frente.
Al avance sobre la actividad energética se suma ahora el avance sobre la diplomacia. Es que el gobierno pretende seguir bancando a la dictadura de Maduro, y el peronismo más tradicional piensa otra cosa al respecto. Se están viendo cada vez más movimientos, o propuestas de movimientos en el gabinete de Alberso, corriendo incluso el rumor que hasta el propio Ginés tendría los días contados.
Esta quedando cada vez más claro que Alberso es un títere de “la desqui”, y que la política no se resuelve en la Casa Rosada sino en el Instituto Patria, en dónde se define a que periodistas atacar, que áreas estratégicas del estado tomar, y cuales son los funcionarios que funcionan y cuáles no. Algo impensado en un país que ha hecho del presidencialismo un culto.
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