Para Carrió estamos a 7 diputados del ser Venezuela, pero por otro lado, también estamos en el final de este gobierno, porque la decadencia a la que han llevado este país es tremenda. Han creado una cultura agónica, autoritaria y que está a punto de finalizarse.
La vuelta del kirchnerismo al poder no fue una fiesta, o al menos no fue una fiesta para todos, sino sólo para Alberso y sus gatos, porque el resto de la población la viene pasando mal, y lo peor es que no hay perspectivas de futuro, aún, si en el 2023 perdiera la coalición oficialista.
Para Carrió no hay soluciones mágicas, sino que se va a tener que salir de a poco de esta terapia intensiva a la que nos arrastraron más de 14 años de populismo. La sociedad ya no aguanta más, y los políticos k siguen como si nada afanando a lo loco.
Ya no saben que inventar para regalar guita, y ese despilfarro hace inviable un futuro que se pretenda estable, por eso no hay que volverse locos y empezar a pensar que tipo de sociedad queremos para qué, cuando llegué el final del populismo, salir con una idea clara del tipo de país que queremos para nosotros y nuestros hijos.
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