Los piqueteros quieren hacernos creer que un plan social es salario, pero sin dar nada a cambio. Es decir, tenemos que pagarles para que no hagan nada, sino nos extorsionan con cortes de calle, destrozos y conflictos cotidianos.
Pero como dice Carnotta, el plan social es sólo una ayuda, no es un trabajo ni un salario. Para que sea salario alguien tendría que trabajar y producir, algo que los piqueteros no hacen. La de ellos se la llevan una buena parte los Ceos de la pobreza que los representan.
Y en el medio quedamos los ciudadanos que nos vemos compelidos a entregarles recursos para que, aún así, nos impidan el paso para llegar a nuestros trabajos, nos corten las calles y cosas por el estilo. Nadie se atreve a ponerle un freno a los partidos de izquierda y sus dirigentes que se hicieron millonarios con la guita del estado.
Nadie planta cara, todos se bajan los pantalones porque total la guita que reparten no es de ellos, sino nuestra. Nadie les dice que no se puede seguir bancando a una clase parasitaria que vive sin laburar y a costa del resto de la sociedad, y encima, generando constantemente inconvenientes a esa sociedad que necesita movilizarse, ir a laburar y cosas por el estilo.
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