Boggiano se calentó con Randazzo y le dio con un caño porque todos los políticos gastan a cuatro manos, suben impuestos y le dan a la maquinita cuando no les alcanza. Una verdadera estafa contra los contribuyentes, porque la casta no se ha bajado un mango de gasto.
Nuestro economía como dice Boggiano, está basada en la limosna y no en el trabajo, porque para que haya trabajo tiene que haber crecimiento e inversión, algo que en la Argentina no es posible desde hace décadas. Nadie quiere tocar nada de la política porque no saben que hacer económicamente para cambiar la matriz de la vagancia del pais.
Nadie quiere tomar empleados, dice Boggiano, porque hay una industria del juicio que destroza a las pequeñas pymes. Al no haber reglas claras la inversión privada es cada vez más pequeña y eso redunda en que cada vez hay más planes, menos empleo y más gasto público. Una economía irreal.
Y el absurdo llega a tal punto que por ejemplo se importa diesel a 100 y se vende a 60. Por eso interviene en cosas en las cuáles el mercado podría auto regularse solo. Tal es el absurdo que aunque entren dólares este año, se van a ir por la otra puerta para pagar el gas que se importa en un mundo dónde es cada vez más caro. La política de la rapiña.
También te puede interesar: