Baby ve a los kukas como mercenarios, que son sobervios, que buscan el poder atrás de la reina y que buscan que quede impune de todas las acusaciones que tiene. Lo pone de ejemplo a Duggan que por un sueldazo explica la realidad vendiéndola como cierta y que además trata mal a sus compañeros.
Hay una grieta enorme entre los periodistas que se diferencian entre los que venden humo a los que se suma Jorge Rial y los que defienden la República como él, Feinmann, Leuco, Viale, Lanata, Wiñasky y otros.
Están todos a favor de los delicuentes y repiten el relato K, haciendo una bajada de línea constante y militan todo lo que puede como las vacunas.
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