La interna del frente de chorros está a punto de entrar en descomposición total, o cómo dice Asís, de implosionar por sus propias lógicas autodestructivas. Los gordos de la CGT no quieren a kristina, algunos movimientos sociales tampoco, y Alberso dice que las cartas de la jefa le sacaron 10 puntos en las elecciones.
Parece que el títere se rebeló y dijó que no se banca otra carta más de la kretina, y armó una mesa política que pueda dar por tierra con el frente de chorros. Esta mesa política está compuesta por una buena parte de los dirigentes cegetistas y algunos intendentes peronistas como Katopodis y Zavaleta.
Los sindicalistas le dicen a Alberso que necesitan un jefe y que empiece a pararse como tal, que gobierne sin mirar ya a la kretina, que los tiene podrido. Lo que está envalentonando a todos es la derrota en la provincia, y empiezan a ver que el kirchnerismo no es una opción para el pueblo.
Por eso el peronismo empieza a tomar más relevancia frente al kukerío que va cediendo terreno porque ya nadie les cree el verso de los buenos angelitos nac&pop que luchan por los pobres, y se van dando cuenta que solo son un club de millonarios que se unieron para hacer negocios.
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