Argentina es un país que involuciona, por eso el periodista dice que es parecida a la película de Bradd Pitt “el extraño caso de Benjamin Button”, es decir, en lugar de crecer, vamos para atrás. Es un país infantilizado, con un jefe de gabinete infantil, y un presidente que es un títere.
Argentina es uno de los 5 países que más recesión pasó en los últimos 70 años. Somos los campeones del mundo y todo gracias al peronismo que no ha hecho otra cosa que encontrar un gran país y transformarlo en una gran villa miseria.
Argentina está tocando fondo, o al menos así lo siente una parte importante de la sociedad, que ve que los políticos que hoy la dirigen, y en esto también les cabe a algunos de la oposición, no son los idóneos, y nos están llevando a un abismo sin retorno. La sociedad está cansada, pero aún no se anima a tomar las riendas de su propia vida, por eso siguen floreciendo dirigentes impresentables como los que tenemos.
Y no sólo los dirigentes políticos, también los sindicales y sociales. Todos están prendidos en el negocio de saquear a la Argentina lo más rápido posible. Se ha acabado la moral, y en su lugar vemos un fanatismo por la guita, pero disfrazado de justicia social, no vaya a ser que la gilada se de cuenta.
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