Alberso logró lo que le echaban en cara a Macri, destrozar a toda la economía y a empresas nacionales que están destrozadas por las malas decisiones políticas de un gobierno que no tiene rumbo. La incertidumbre financiera, inflacionaria y cambiaria, está haciendo que muchas empresas, sobre todo las de venta al público no cuenten con stock porque nadie quiere vender, dado que la reposición suele ser dificultosa.
Garbarino es una empresa con más de 4000 empleados, que posiblemente a partir de hoy empiecen a formar parte del nuevo ejercito de desocupados que ha dejado la plandemia y la infectadura de sus secuaces. Si bien es cierto que ya la empresa venía mal, la cuarentena asesina, junto al bloqueo a las importaciones y la inflación, la terminaron de destruir.
Y en el medio de esto aparecen los conflictos laborales, con toma de la planta de producción y locales de venta, algo ya bastante conocido en argentina cuando quieren destruir a un empresario, y la presión para que el gobierno se meta y estatice la empresa. Parece que el Instituto Patria se quiere meter en todos los negocios posibles, y con la billetera van a ir fundiendo y comprando empresas.
Literalmente están comprando el país a precio vil, y con la nuestra. Es un gobierno de perversos que van creando poco a poco una estructura estatal propia a partir de fundir empresas. Van implantando el socialismo utilizando los resortes del estado para quebrar a todos los empresarios que no sean parte del negocio y la mafia kirchnerista.
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