Para Milei el gobierno es peor que un ladrón
Para Milei, como para muchos de nosotros, el gran problema del país, o al menos de donde parten todos los males, son los valores. Los valores morales de hoy son lamentables, en dónde vale más ser vago y vivir del estado que laburar y progresar.
Y ciertamente, el economista analiza la supuesta culpa progresista por la pobreza, que suele “importarle”, pero la factura se la pasa al sector privado. Es decir, lavan sus culpas con la plata ajena. Para Milei los indicadores de ingresos no son necesariamente indicadores de justicia social o no.
Lo que plantea, es que justamente cuando hay diferencia entre un ingreso u otro hay que tener en cuenta cuanto se dedica uno a ganar dinero o no. La pobreza hoy esta enquistada porque son mantenidos por el gobierno, pero no hay incentivo a la mejora.
Por otro lado, pasa lo mismo con los impuestos, donde se castiga al exitoso y se premia al que no produce ni su propio sustento (haciendo un paralelismo con Mao, que tanto les gusta a los marxistas). Argentina es un país inviable si los políticos son ricos, no por emprendedores, sino por apropiarse de lo ajeno, y abordan los problemas de todos con la plata de otros.
Pésimos administradores y pésimos gestores, porque en tantos años de peronismo, administrando varios presupuestos nacionales, no han podido sacar de la pobreza ni a los propios, pero la culpa es de Macri. Al menos suena ridículo.
Milei tiene razón, la propiedad privada esta en riesgo, así como las libertades individuales (salvo si la casa es de Cristina, porque hay si se mueven). El estado cada día se apropia más de lo que la gente produce para repartirla, y aumentar el gasto público con más empleados estatales, pero vale recordar que el estado no produce nada, por lo que todo ataque al sector privado es un tiro en el pie. En algún momento no va a quedar quien pague impuestos, porque si hay algo que sobra en argentina es planeros, pero los que aportan cada vez son menos. Es momento de repensar el país, pero en serio, con valores morales y éticos para los políticos, las empresas y los ciudadanos.
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