Alberso quiere pero no puede. Por un lado está harto de Kristina pero por otro lado no puede sacársela de encima porque no tiene ningún poder. Por eso le miente, y lo único que hacen es hablar por teléfono para que el títere le reporte las pavadas que hace.
Mientras tanto, la jefa quiere la cabeza de varios ministros, entre ellos kulfas y Guzmán, dado que le está costando aceptar el acuerdo con el fondo, y si bien lo va a hacer, no va a ser gratis para el inquilino de la Casa Rosada. Y están todos peleados por la renuncia de Máximo a la presidencia del bloque.
Después se asombran por el malestar de Estados Unidos y como nos están metiendo las sobretasas del Fondo Monetario Internacional gracias a las tonterías que va diciendo el títere por el mundo, presionado por la Cagámpora y la jefa de la banda. Entre todos están sumiendo al país en un deterioro brutal.
No se ponen de acuerdo hacia dónde ir, la economía va para atrás y ellos se dedican a pasear por el mundo y hacer jueguitos de trono en el patio trasero del mundo. Porque eso es lo que justamente somos hoy, el patio trasero al que nadie quiere ir porque es feo y está abandonado.
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