El desgobierno va en caída libre, no sólo en lo económico, sino también en lo político. El 60% de los argentinos cree que la gestión de gobierno es mala, por no decir desastrosa. Pasó de tener casi el 80% de aprobación a solo un 40%. Nadie le cree, no confían en sus medidas, y de hecho, han perdido muchos votantes.
La economía y la inseguridad son los temas que más le pegan al títere y su gobierno, llegando incluso a un rechazo del 70%. El kirchnerismo está liquidado y puede seguir cayendo aún más en la medida que se siga descomponiendo el bolsillo de la gente por la inflación, y además, porque la gente está podrida de mantener vagos.
Es un gobierno débil, sin plan ni norte que nos de certidumbre a los argentinos. Por eso la desconfianza es muy alta, y no pasa ya sólo por lo ideológico, porque muchos de los propios ven con enojo las pésimas medidas que toma tanto el títere como “la jefa”.
El desgaste político, sumado a la inmoralidad de los comportamientos de muchos dirigentes del kirchnerismo. Desde vacunatorios vip hasta vacaciones en lugares de lujo cuando a muchos se nos ha negado todo eso por decisión gubernamental, va erosionando cada vez más la imagen presidencial y la imagen de un gobierno que está a un paso del abismo.
También te puede interesar: