El candidato de Juntos por el Cambio le pega duro al títere porque dice que ya no hay margen para “boludeces”. Necesita empezar a tomar el toro por las astas y empezar a hacer alguna cosa bien porque su menor problema va a ser perder las elecciones. El quilombo es tal que no se soluciona ya con discurso de campaña.
Y Santoro habló un poco de su espacio político, como va creciendo con distintos actores ideológicos dentro, y sobre todo, están pensando en una agenda de gobierno para llegar armados al 2023, en dónde se define no sólo el próximo primer mandatario, sino la administración del estado. Y después de la tierra arrasada del kirchnerismo, se va a necesitar una fuerza política que sea capaz de llevar las cosas a buen puerto.
Juntos por el Cambio es un frente que más parece una bolsa de gatos donde conviven socialistas, zurdos de la franja, liberales, conservadores, y todo aquel que quiere disputar espacios para salir bien parados en los próximos comicios.
Es probable que el kirchnerismo pierda en el 2023, sobre todo si el rumbo sigue siendo este, dado que le están armando la futura campaña a la oposición con la sarta de desprolijidades que hacen día a día. El 2023 está muy cerca y, luego de las elecciones de medio término, está situación puede agravarse.
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