El liberalismo va creciendo de a poco en todo el país, pero como dice L´ópez Murphy, están peleando con sus ideas en un país en dónde aún no son mayoría, pero sabe que el espacio liberal empieza a tener nuevamente su lugar en las ideas políticas del país, recuperando las ideas de Alberdi para esta nueva etapa.
Este nuevo liberalismo se planta en un escenario plagado de zurdos millenials que no quieren laburar, odian al capitalismo pero usan sus veleidades. Muchos de estos jóvenes son anti empresa porque sí, pero disfrutan consumir a lo loco.
Por eso, el nuevo liberalismo apunta a dialogar con los jóvenes, con esos pibes que empiezan a acercarse a la vida política y están podridos del relato kirchnerista, y que ven cuáles son los resultados concretos de ese relato: hambre, miseria, pobreza, acomodo y destrucción de la democracia.
Por eso no llama la atención que, a pesar de las duras críticas y operaciones, los candidatos del liberalismo estén hoy presentes en varias listas, e incluso, que muchos dirigentes de otros partidos (incluido el peronismo) empiecen a levantar ideas centrales de está corriente como una opción posible frente al estado opresor que hoy nos gobierna.
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