Hay que ponerse de pie y aplaudir a Feinmann. El tipo no tiene historia y llamo a la docente adoctrinadora de una escuela de La Matanza, pero la que gritaba a los chicos, y se hacía la canchera, no tuvo la valentía de atender a Eduardo.
Es fácil gritar y humillar a chicos, pero bancarse una discusión con un adulto no es tan fácil. Son los “Baradell de la vida” como dice Eduardo, por eso para ellos educar es adoctrinar y así tratan de manejar a nuestros hijos. Y lo peor es que hasta el presidente avala este tipo de comportamientos.
El kirchnerismo es el fascismo en estado puro, pero en el fondo son cagon#s, es fácil hacerse el guapo con pibes, pero se les acaba la valentía rápidamente. Son la izquierda autoritaria, que no se bancan opiniones distintas, y sólo manejan el pensamiento único. Fascismo en estado puro.
Y con un presidente que avale estas cosas, nuestros hijos están en peligro, y como sociedad, como padres, hay que empezar a controlar estas cosas para que nuestros pibes no sean carne de cañón de adultos psiquiátricos que quieren imponer a nuestros chicos ideas a la fuerza, a cómo de lugar. La tiranía se tiene que acabar.
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