Graña parece que ahora se hizo liberal y dice que los precios son bajos en el capitalismo de verdad porque hay competencia, y el estado interviene poco. Se ve que descubrió una teoría que existe desde los inicios del propio capitalismo, y que los problemas de argentina son el feudalismo político que nos gobierna.
Por ejemplo, el estado destrozó la competencia de aerolíneas, y ahora el déficit se fue por las nubes, y el gobierno sigue interviniendo con más restricciones en lugar que los privados arreglen los contratos en forma privada. Siguen subsidios y subsidios y subsidios, esa es la única política del kirchnerismo.
De hecho, dice Santoro, si él fuera ahora con toda la teca a comprar el pasaje, el mismo tiene un subsidio del 16%, es decir, sólo cagaron a los que laburan y juntaban el manguito para irse afuera, porque los subsidios siguen, y el libre mercado es una utopía.
Es un país en dónde todo pasa por el estado, y el sector privado está ahogado por el propio gobierno que toma decisiones intervencionistas en la vida cotidiana de los sujetos. El problema no es el dólar, sino el propio gobierno que es un verdadero desastre.
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