El día de la lealtad polentera dejó varias postales de lo que es hoy la argentina kirchnerista, autoritaria y patotera. La marcha kirchnerista demostró que ellos son el odio y no el amor, dado que se pasaron por el traste el dolor de miles de personas que perdieron a sus familiares mientras su sub jefe político hacía fiestas en la quinta de olivos.
Waldo Wolff fue muy concreto, el kirchnerismo vandalizar y profanar los valores de civilización que la mayoría de la sociedad sostiene. Desde aprietes mafiosos del ejecutivo hasta destrozar un monumento hecho por la gente, todo lo destrozan.
Es tal la doble vara, que si fuera algún monumento de sus “mártires” estarían en la calle insultando a la “derecha” a los “oligarcas” y a todo que consideren un enemigo. El pensamiento fascista que permea a este gobierno y sus seguidores es brutal, y vemos como el autoritarismo se enseñorea de la política.
Por eso recibieron un cachetazo electoral, pero no entienden que la gente ya se cansó de esto y siguen en la misma, por eso los tiempos que se vienen van a ser violentos, porque las ratas no van a querer entregar el poder, y van a tratar por todos los medios de perpetuarse.
También te puede interesar: