Alverso se comparó con Sarmiento que fue quien tuvo que enfrentar una epidemia, que sino a ningún otro Presidente le tocó enfrentar, mencionó sus ojeras que reflejan la intensidad de su trabajo sin descanso y sin vacaciones.
Lástima que mientras él no se tomó vacaciones el país se fundió, pero su modo de vida es bastante parecido a unas vacaciones de reuniones, viviendo en una casa con pileta de arriba, comiendo lo que quiera, mejor que no lo mencione porque hay gente en la cola queriéndose poner su traje.
La tomada de pelo mayor, el disparate absoluto es escuchar que un abogado, el presidente, sostiene que no hay delito porque nadie se contagió después de su reunión. Esto se compara al año de la muerte de Solange algo que Alverso no se enteró cuando sucedió porque mientras el soplaba la velita muchos argentinos como Solange se morían solos sin sus seres queridos cerca.
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