“Los argentinos nadamos contra la corriente” dice Vivi, y nunca mejor dicho. Mientras los laburantes se ajustan el cinturón por la cuarentena desquiciada del gobierno, ellos se aumentan el sueldo un 40%. Por suerte Alberso está en lo importante, como por ejemplo, si a las mujeres que trabajan en la construcción son “albañilas”.
Como dice Viví, se hacen los feministas para ganar votos, porque el lenguaje inclusivo lo usan bastantes machistas, incluso en el gobierno, y en el colectivo feminazi, guardan silencio con el caso Alperovich, quien parece que abusó de su sobrina, y ninguno de los “inclusivos” dijo nada.
En el gobierno son puro verso y relato. Hablan de equidad, igualdad, la patria es el otro y tanta otra saraza, pero la realidad es que todos ellos son millonarios que vivieron siempre de trabajar en el estado, mientras los que laburan están cada vez peor, con un sueldo que no alcanza para llegar a fin de mes, los que tienen laburo, y con comercios que cierran por las malas decisiones políticas de quienes nos gobiernan.
La doble vara del gobierno es a todas luces inmoral. No ha quedado campo en el que no hayan demostrado sus aptitudes para la corrupción y el elitismo, como por ejemplo, el vacunagate, los bolsos de la tv pública, y los negociados con las vacunas, de las cuáles nadie da explicaciones. Todo esto, con el vergonzoso e inmoral aumento del 40% que hicieron en el congreso. Un país lleno de inviables.
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