Viviana Canosa puede ser picante hasta con una sonrisa. Y ahora la “víctima” fue el kuka Berni. El tema que se tocó fue el de la seguridad, sobre todo en la provincia de Buenos Aires que hoy es territorio de nadie, y los delincuentes y narcos se enseñorean en las calles del conurbano, mientras la gente vive con miedo.
Berni cuenta lo que pasa en la seguridad, dice Canosa, y le pregunta si no quiere renunciar con las cosas que ve, sobre todo, con la pasividad de la justicia y el entongue de su propio espacio político. Por eso no se entiende que hace en este gobierno de ineptos que no puede solucionar ningún tema de los que interesa a la gente.
Para Berni, no hay que bajar los brazos, y si bien tiene diferencias con el títere no piensa en abandonar el barco que se hunde, y él dice que no se va por una cuestión de lealtad, aunque eso este mal visto en la política. Es claro que Berni no se va por las elecciones, y que es probable que post quilombo lo terminen eyectando como van haciendo con quienes piensan distintos sobre los temas picantes del país.
Hay funcionarios que dicen lo que piensan, y otros que anteponen el relato porque temen hacer y perder votos o pasar por ser de “derechas”, cuando en realidad hay problemas que deben abordarse más allá de lo ideológico, pero este gobierno no tiene la capacidad ni política ni institucional para abordar esto.
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