El asesinato de Roberto fue parte de un recorrido delictivo que venía haciendo esta pareja de asesinos, uno de los que dió testimonio fue un trapito del barrio quién tenía trato diario con el kiosquero. Dió testimonio de que era un hombre de familia, un laburante que un domingo seguramente tendría una caja con poca recaudación y por eso lo mataron.
Era considerado como una persona de bien por todos sus vecinos que se hicieron eco del pedido de justicia por Robero y por evitar a los futuros Robertos, es que el hecho además ocurrió a pocas cuandras de la propia comisaría.
Los que tendrían que estar ahí poniendo la cara ante la gente son Berni y Espinoza, pero en cambio les mandan fuerzas policiales para contener la concentración de gente, es el mundo del revés, en el que la policia va a custodiar el comportamiento del ciudadano común.
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