En el gobierno pareciera que gobiernan gente con problemas psiquiátricos. Ya festejan que las empresas se vayan del país y queden un montón de trabajadores en la calle. En un país en donde la inflación es tremenda, quedarse sin laburo es hoy básicamente quedarse sin comer, sobre todo si no sos planero y no estás acostumbrado a mendigarle al estado.
Kristina, mientras tanto, está en modo campaña, festejando la llegada de vacunas, aún cuando las muertes llegaron a 90 mil por la ineficiencia de la gestión kirchnerista. También te festejan que la inflación haya sido del 3,3%, como si fuera un logró. Lo único que saben hacer es relato y festejar las más claras de las derrotas en todos los campos.
Pero el relato kirchnerista se está viniendo abajo, y las encuestas no les dan para tener una victoria aplastante, sino más bien todo lo contrario, por eso, la reina k se puso al frente de la campaña y literalmente borró al títere de la escena, incluso, algunos dicen, hasta le prohibió que hable.
Y el títere no habla, pero manda whatsapp a pintoras para invitarlas a almorzar a la Casa Rosada, le arma visitas turísticas y se saca foto. Todo un símbolo de la inutilidad y de que en realidad es un mayordomo del clan k que hoy ocupa la presidencia por obra y gracia de la “Cris”.
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