A estas alturas todo el mundo sabe que el frente de chorros está partido por todos lados, pero nos quieren hacer creer que son una familia feliz convocando a una marcha multitudinaria en medio de una pobreza que no para de crecer. Los autoritarios quieren festejar el día de la democracia como un acto partidario, cuando debería ser algo de todo el pueblo argentino.
Acaban de perder las elecciones, dice Tato, y festejan la democracia kirchnerista, porque evidentemente el resto del pueblo les importa un carajo. Alberso hizo una marcha donde fueron los amigos y nada más, por eso ahora la convoca la jefa a la marcha, para mostrar públicamente quien tiene el poder.
Y mientras tanto, en Peronia, tenemos un 44% de pobres, pero la guita va para hacer la propaganda fascista de un régimen ya agotado por todos lados. Perdieron, pero van a intentar aferrarse al poder como sea posible y a cualquier costo.
Se afanaron todo, y ahora quieren afanarse el día de la democracia. La diferencia es que ahora no les alcanza ni con el relato, ni con las marchas, ni con la épica. Han perdido las calles, pero han perdido también el monopolio del relato y de eso no se vuelve.
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